La leche de yegua es la más parecida a la leche materna humana y la que tiene las propiedades más idóneas para el consumo de las personas. En este caso, la leche de yegua, como su nombre lo indica, es la leche obtenida de las hembras del caballo.
La leche de yegua está reconocida por la Comunidad Científica, como la leche animal más parecida a la materna humana y como remedio natural con propiedades nutricionales y cosméticas.
Sus beneficios los conocía el pueblo Mongol, que consumía quesos, fermentados y bebidas alcohólicas elaborados con leche de yegua (Kefir, Kumis, Airag); y todos conocemos los famosos baños de leche de yegua y burra que disfrutaban Nefertiti, Cleopatra, Pompea o Sisí Emperatriz.
De entre todas las propiedades de la leche de yegua es importante destacar su capacidad para mejorar el sistema inmunológico de personas convalecientes, acelerando su recuperación y garantizando unas defensas más fuertes y activas.
También es importante tener en cuenta que su gran concentración de vitaminas hace que esta leche, que se puede consumir mediante cápsulas, contribuya a mejorar la densidad ósea, reducir los niveles de colesterol y calmar problemas de la piel. Además, la leche de yegua es muy nutritiva y regeneradora, aportando grandes beneficios por su alto contenido en ácidos grasos, minerales y aminoácidos esenciales.
La leche de yegua es la leche animal más parecida a la leche materna humana, que contiene inmunoglobulinas, lisozima, calcio, hierro, fósforo, magnesio, vitaminas A, B, C, D, E, K, Omega 3 y 6.
Con una excelente biodisponibilidad para el organismo, aporta un valor nutritivo adicional a la dieta con efecto multifuncional, que contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario, sistema cardiovascular, aparato digestivo, sistema oseo y sistema nervioso central.
Muchas personas están acostumbradas a la leche de vaca, pero el resultado no es, ni de lejos, una opción demasiado saludable. Por una parte, la leche de cada animal, incluido el ser humano, es el alimento idóneo para las crías de esa misma especie, y no para las demás. Por otro lado, la manipulación industrial que sufre la leche, la de vaca en especial. Estas cuestiones pueden hacer pensar si beber leche es la mejor opción y más aún cuando es leche de vaca. Pero, la leche de yegua ¿para qué sirve?
Diferencias de la leche de yegua con otras leches
Los diferentes tipos de animales tienen, evidentemente, diferentes tipos de leche con distintas propiedades. La leche de yegua ha resultado ser la que tiene las propiedades más parecidas a la leche materna humana. Debido a su difícil conservación, suele ser liofilizada, proceso después del que la leche queda hecha polvo. Esto hace que se mantenga fresca durante mucho tiempo sin perder ninguna de sus propiedades ni su calidad y sin ningún tipo de conservante.
Propiedades de la leche de yegua
La leche de yegua contiene azúcares naturales, muy rápidos y fáciles de metabolizar, poca cantidad de grasa de la que la mayor parte son aceites omega 3 y omega 6. Tiene proteínas de alta calidad y alto contenido de aminoácidos esenciales, que son elementos fundamentales en la construcción de neurotransmisores, e inmunoglobulinas, mismas que defienden al organismo detectando y neutralizando agentes extraños y/o dañinos. También cuenta con un rico aporte de minerales como el calcio, potasio, hierro y fósforo.